Jesús Vergara: 10 lugares mágicos de la Preshistoria en la Península ibérica
Dolmen de Sorginetxe. Por Mimadeo
En estos lugares podréis experimentar vuestra propia trascendencia. En la Edad de Piedra, desde el Neolítico y hasta la Edad del Bronce, la cultura megalítica se desarrolló en todo el mundo. Después de 200.000 años seguimos encontrando restos de sus civilizaciones.
En España han quedado muchos de estos testimonios prehistóricos, la mayoría todavía en buen estado de conservación. Es el caso de dolmenes y crómlechs, construcciones megalíticas formadas por grandes piedras que forman una cámara funeraria o anillos megalíticos.
Al verlos, lo primero que se te pasa por la cabeza es: ¿pero cómo pudieron levantar estos monumentos sin las técnicas modernos?
1. Dolmen de Tella (Huesca)
Por José Ramiro Laguna
Conocido como dolmen de Tella, Losa La Campa o Piedra Vasar, este monumento megalítico está situado a un kilómetro escaso del casco urbano de Tella-Sin, en el maravilloso paisaje del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
La zona cuenta con una rica tradición de brujería, y cuentan las leyendas que ésa era uno de los lugares predilectos de las brujas. Pos eso en las calles del pueblo encontraréis elementos decorativos que antiguamente se usaban para protegerse de ellas.
2. La Chabola de la Hechicera, Elvillar (Álava)
Por Rafa Irusta
La Chabola de La Hechicera (en euskera: Sorginaren Txabola) es uno de los dolmenes más importantes de Euskadi y uno de los más grandes y mejor conservados de la zona. Fue descubierta en 1935 y está formado por tres grandes piedras verticales que soportan una gran piedra plana horizontal y nueve piedras grandes en forma poligonal. Todo apunta a que se trataba de una construcción funeraria, ya que también se encontraron restos humanos, junto a otros objetos que se conservan en el museo de Laguardia.
En agosto se celebra un aquelarre alrededor del dolmen. ¡Vuelven las brujas!
3. Crómlech de Oianleku, Oyarzun (Guipúzcoa)
Por danyssphoto
Este crómlech está ubicado en un paraje excepcional de Peñas de Aia, y se llega al lugar por una preciosa y fácil excursión de 6’7 km, ideal para toda la familia. Es la mayor concentración de crómlech del Parque Natural de Aiako Harria.
El Crómlech de Oianleku no deja indiferente a nadie, son sepulturas funerarias colectivas pertenecientes a la Edad del Hierro, formadas por un conjunto de menhires clavados en el suelo dibujando una elipse. Estos megalitos fueron declarados bajo la protección de Bienes Calificados por el Gobierno Vasco.
4. Dolmen de San Martín, Laguardia (La Rioja)
Por PHB.cz (Richard Semik)
Este dolmen está situado a 1,5 km de Laguardia y es fácil llegar a él. Aparece señalizado en la carretera a Leza (A-124) y además se ve desde la carretera.
Es una cámara que forma un espacio poligonal asimétrico, con 10 losas de arenisca y una losa de la cubierta. Al lado hay una chabola tradicional de piedra.
5. Dolmen de Sorginetxe, Arrizala (Álava)
Dolmen de Sorginetxe. Por Mimadeo
El Dolmen de Sorginetxe es un monumento muy bien conservado y de fácil acceso, situado en Arrizala, junto a la Sierra de Entzia. Su nombre significa “la casa de las brujas”.
Es un monumento funerario del año 2500 a.C., formado por cinco piedras calizas verticales que sostienen la de la cubierta, que llega a una altura de 2,3 metros.
6. Dolmen del Mellizo, Valencia de Alcántara (Cáceres)
Por Eduardo Estellez
El dolmen Mellizo también se conoce como Aceña Borrega, Anta de la Marquesa, Data III o simplemente Mellizo. Este es uno de los dolmenes más conocidos de la región extremeña, y uno de los dolmenes más antiguos de Valencia de Alcántara, que además conserva la cubierta de la cámara sepulcral y la puerta que salvaba la diferencia de altura entre cámara y corredor.
Además del dolmen del Mellizo, en los alrededores de Valencia de Alcántara encontraremos también un espectacular conjunto megalítico de más de treinta dolmenes graníticos y ocho de pizarra.
7. Dolmen de Santa Cruz, Cangas de Onís (Asturias)
El Dolmen de la Santa Cruz se levanta en una llanura en las proximidades de la confluencia de los ríos Güeña y Sella, en la localidad de Cangas de Onís. Se trata de un monumento funerario del año 4000 y oculto bajo la capilla de Santa Cruz, que se levantó en 737 d.C. Por desgracia tanto el edificio como su túmulo fue arrasado hasta los cimientos en 1936 y el conjunto que encontramos en la actualidad es de construcción moderna.
El dolmen está formado por un túmulo artificial, que guarda en su interior una cámara sepulcral compuesta por varias lajas de piedra. El dolmen es de especial interés por su conjunto de pinturas rojas de líneas quebradas, grabados y piqueteados que revistieron la cara interna de la cámara.
8. Dolmen Pedra Gentil, Vallgorguina (Barcelona)
Por Jordi Roy
Segun las leyendas, el dolmen de la Pedra Gentil fue punto de encuentro para las brujas de la comarca, que celebraban aquí sus aquelarres y rituales mágicos. En la actualidad sigue siendo un sitio muy frecuentado por ocultistas y adeptos a diferentes prácticas mágicas.
El Dolmen está situado en el municipio de Vallgorguina, en el Parque Natural del Montnegre i el Corredor. En las inmediaciones se encuentra la iglesia románica de Santa Eulàlia de Tapioles.
9. Cueva de Daina, Romanyá de la Selva (Girona)
Por Mutari
La Cueva de Daina es un gran dolmen de granito construido entre 2700 a.C. y 2200 a.C. Está ubicado en las afueras de Romanyà de la Selva, en Girona. Se puede llegar a él mediante un itinerario que empieza en la Estación de la Font Picant y os permitirá permite descubrir el patrimonio histórico arqueológico la zona de les Gavarres.
Es uno de los monumentos funerarios mejor conservados de Catalunya. Su recinto megalítico está protegido por un crómlech formado por grandes piedras de granito que dibujan un anillo externo de 11 metros de diámetro.
10. Campo de la Rata, A Coruña (Galicia)
Por Pabl1n
Estos megalitos no son prehistóricos pero si que tienen un gran simbolismo. El monumento se inauguró en 2001 y está compuesto por bloques de granito, parecidos a los a los grandes megalitos prehistóricos, pero en los que hay manchas de pintura roja en homenaje a las víctimas de la represión franquista. Fueron diseñados por Isaac Díaz Pardo.
Se encuentran en la ciudad gallega de A Coruña, muy cerca de la Torre de Hércules y en las inmediaciones del barrio de Adormideras. Fue declarado patrimonio mundial por la Unesco junto a la Torre de Hércules.
Ver Fuente
